Fuenlabrada quiere ser Capital Europea de la Juventud en 2025. Es una de las cuatro aspirantes a ese título y lo es no sólo por tener un alto porcentaje de menores de 18 años —más del 20%, el mayor de la Comunidad de Madrid— sino porque tiene en cuenta los intereses y necesidades de unos ciudadanos que serán los protagonistas del futuro inmediato.

Por eso, casi un millar de estudiantes fuenlabreños de bachillerato se dieron cita el viernes 10 de junio en La Pollina. Para apoyar la candidatura de la ciudad pero también para expresar sus deseos y opiniones sobre cómo quieren que sea. Fuenlabrada 2030 fue el eje de este gran encuentro. La elaboración de la Agenda Urbana es ahora mismo una de las mayores apuestas de la ciudad; una apuesta de futuro que pasa, indudablemente, por la juventud. Por eso, imaginar una nueva Fuenlabrada con los y las jóvenes es clave en este proceso de escucha que aún continúa y del que cualquier interesado puede participar a través de este formulario online.

A algunos ya les sonaba de algo la Agenda Urbana, aunque después de la sesión realizada todos ellos supieron con certeza que se trataba del establecimiento de unas líneas de actuación para Fuenlabrada sobre las que trabajar los próximos años. Unos pocos más, en este caso, conocían también los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU sobre los que pivota la Agenda Urbana. “Fuenlabrada ha sido una de las 120 ciudades de España elegidas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para llevarla a cabo, por lo que será una referencia para otros municipios”, informó el dinamizador de la actividad a los allí reunidos.

Una vez enumerados la decena de objetivos que persigue, entre los que se encuentran temáticas entrelazadas con el cambio climático, la gestión sostenible de los recursos, la movilidad y el transporte, la igualdad de oportunidades, el acceso a la vivienda y la innovación digital, los estudiantes conocieron en profundidad los objetivos específicos de cada uno de ellos.

En este sentido, habían oído hablar más de economía circular que de resiliencia, aunque más tarde supieron la relación tan importante que poseen estos dos conceptos. Así, apoyados por sus profesores, los representantes estudiantiles pasaron a la acción: tuvieron que proponer una medida por cada uno de los diez objetivos principales. Por último, decidieron cuál era la mejor y, tras preparar una breve descripción de la misma, pensar qué problema podría solucionar y por qué sería importante para Fuenlabrada, la presentaron al resto de sus compañeros, quienes escucharon atentamente para después poder votar la mejor de ellas.

La apertura de los equipamientos deportivos en los colegios fuera de su horario habitual fue la ganadora. “Así se podrían descongestionar otros lugares y los chavales tendríamos más ofertas de ocio sano”, dijo uno de los participantes. Otras propuestas versaban sobre la accesibilidad para cualquier persona que sufriera algún tipo de diversidad funcional física. 

Hubo más ideas, algunas se fijaron en una mayor diversidad en estudios de Bachillerato y Formación Profesional, y otras en una movilidad más ecológica, accesible, eficiente e inclusiva. En este sentido, un grupo de jóvenes defendió la creación de un servicio público de bicicletas de alquiler. El empleo fue una de las preocupaciones que los jóvenes también pusieron sobre la mesa. Por otra parte, “Ilumina Fuenla” fue el título que dieron a otra de las medidas que obtuvo muchos votos, basada en la mejora del alumbrado para aportar mayor seguridad callejera.De esta forma, los más jóvenes pudieron expresar sus demandas, inquietudes y preocupaciones, apoyar la candidatura de su ciudad como Capital Europea de la Juventud en 2025 y así ser parte de la elaboración de esta Agenda Urbana Fuenlabrada 2030.

Deja un comentario